Por mucho que usemos un anglicismo, el storytelling ha existido desde la noche de los tiempos. Se ha intentado vender como una herramienta nueva pero no lo es; siempre se han contado historias para comunicar.
En este post te ofreceremos algunas reglas básicas para vender contando historias ya sea con una miniserie, un spot o en un post de redes sociales.
Siglos antes de Cristo, vivió en la antigua Grecia uno de los filósofos más famosos de la historia, Aristóteles. Un sabio que analizó las historias que se contaban por aquel entonces para posteriormente escribir el primer tratado de storytelling que se conoce, La Poética.
Seguramente te suene eso de que en una historia tiene que haber un inicio, un desarrollo y un final. ¡Pues lo escribió Aristóteles en La Poética! Este modelo ha evolucionado hasta definirse y se ha determinado qué hay que contar en cada parte.
Según el filósofo, un inicio era aquello que existía sin ser precedido por nada pero sí es seguido de algo (el desarrollo). Esta simple definición ha sido uno de los quebraderos de cabeza de los académicos. La frase es tan sencilla que parece que no diga nada…
Actualmente, teóricos de la dramaturgia o el storytelling como Yves Lavandier o Robert Mckee han desarrollado un poco la teoría y han determinado que el inicio es esa parte en la que se explica la vida de un personaje y su carácter, para posteriormente romperla y que el personaje tenga que hacer acciones para volver a la normalidad.
Un ejemplo: había vez un arqueólogo aventurero llamado Indiana Jones que un buen día le secuestraron a su padre y tuvo que buscarlo.
Aristóteles dice que es todo aquello que es precedido por algo (el inicio) y sucedido por otro algo (el final). Se quedó descansado el tío…
Hoy en día lo hemos determinado como la aventura, la peripecia, todas esas acciones que hace el personaje para conseguir su objetivo. Esta parte, normalmente acaba con lo que los dramaturgos y storytellers llaman “crisis”; el punto en el que el personaje está más lejos de conseguir su objetivo.
¡Volvamos a nuestro ejemplo!
En el caso de Indiana Jones serían toda la búsqueda: desde el viaje a Venecia hasta que encuentra a su padre y los Nazis los encarcelan (crisis).
Ya te debes imaginar qué dice Aristóteles sobre ello: un final es aquello que va precedido por algo (el desarrollo) pero que no va sucedido por nada. ¡Olé!
Los teóricos modernos lo definen como esa parte de la historia en el que el personaje hace un cambio interior para conseguir su objetivo. Esta parte suele acabar con el clímax.
En el caso de Indiana Jones esto es reconciliarse con su padre para ir a buscar el Santo Grial.
En publicidad, el storytelling suele usarse para introducir el producto como solución, en el desenlace, a los problemas.
Un ejemplo:
Había una vez un señor que se quería marchar de viaje con su familia pero el maletero de su coche era demasiado pequeño y no cabía el cochecito de su bebé en el maletero. Hasta que un buen día compró un cochecito “de bolsillo” que, plegado, ocupaba muy poco espacio.
- Inicio: un padre de familia que no puede marcharse de viaje.
- Desarrollo: buscar soluciones.
- Final: encuentra el cochecito “de bolsillo” y problema resuelto, ¡la familia ya puede viajar!
En siguientes post seguiremos hablándote del storytelling. En Flandecoco tenemos un equipo especializado de guionistas que conocen bien sus herramientas. Si estás pensando en crear una miniserie, un spot o un libro electrónico para vender tu producto, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
¡Hasta la próxima!