Desde su lanzamiento en 2010, los números de Instagram han crecido a nivel locura hasta encaramarse actualmente en el 🔝-3 de las RR.SS. Los más de 1.000 millones de usuarios mensuales activos, una media diaria de conexión que supera los 50 minutos y el protagonismo mayoritario de los perfiles de entre 25 y 34 años garantizan el saludable futuro de la red, como mínimo, en el medio plazo.
Las cifras de vértigo, el poder experiencial de sus contenidos y el sentimiento de pertenencia comunitaria conseguido en estos 11 años ha convencido, obviamente, a marcas de todos los sectores y volúmenes que incluyen a esta red en su Estrategia Social Media. Un pool de fortalezas y ventajas, ya abordadas en “Instagram para empresas: así de eficiente” , que tienen su cara B en algunos de los errores más comunes que aún se siguen cometiendo en los perfiles corporativos o de negocios.
Un “Cosas que no debes hacer en Instagram” que, de tan extenso, exige una alta capacidad de síntesis en formato 😉 NO.
Instagram es una Red muy activa proponiendo fórmulas de presentación de los contenidos. Foto, Álbum, Video, Mosaico, Reels, IGTV y un sinfín de recursos (música, GIF, emojis, quiz, question…) para hacerlos aún más atractivos y dinámicos. Empléalos, no te limites.
Guarda la originalidad para los regalos de Navidad o Reyes. Emplea un nombre sencillo, 100% reconocible e identificable por tu Comunidad y que permita una rápido ✔ Match en la herramienta de búsqueda de la red.
El empleo de hashtags permite clasificar contenido, buscar intereses y público objeto potencialmente interesado en tu producto o servicio. Selecciona adecuadamente tus objetivos, recuerda que existe la prueba-error y olvídate de fórmulas graciosas (#meloquitandelasmanos #notelopierdas #estoeslabomba…) sin meta alguna.
Cuando la vocación es comunicar, y en un perfil corporativo la vocación se transforma casi en un deber, tener el 🔐 perfil en privado es una decisión de difícil digestión comunitaria. Una frontera incomprensible que los fans mayoritariamente deciden no cruzar.
La inacción 💤 no es buena compañera de viaje en Instagram. Así que nada de limitarse a mirar qué hacen los competidores u otras cuentas de interés para tu marca. Comentar, actuar y fomentar el feedback es un escaparate muy beneficioso.
Tan básico que es y tan a la torera que algunos perfiles se lo saltan. No robarás el contenido de los otros es el primer mandamiento de cualquier Red Social con el riesgo, además, de perder tu cuenta. Solicitar permiso suele dar grandes resultados cuando se hace.
Inflar el perfil por deporte, sin aportar valor alguno ni impulsar las interacciones ni mejorar el conocimiento de marca. Como en otros tantos ámbitos de la vida, la 🃏 ficha de tu apuesta debe ir siempre a la casilla de la calidad.
El Feed de Instagram es el espejo de tu marca. Dótalo de identidad, coherencia, contenido de interés e… imágenes de calidad. Una fotografía o video deficiente, a no ser que tenga un factor noticia que lo deje todo en segundo plano, puede tener efectos devastadores.
La planificación de contenidos es el primer peldaño para conseguir un perfil corporativo exitoso. Calendariza y hazlo teniendo en cuenta estacionalidad, promos y campañas, alternancia de formatos, resultado en el Feed, etc. Publicar al tún-tún, sin objetivos claros ni programación, suele multiplicar la frustración.
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