¿Qué se puede decir de las newsletters que no se haya dicho antes? Sin duda, una de las herramientas de marketing online más potentes que existen.
En un pasado, no gozaron de muy buena fama pero, a medida que hemos aprendido a usarlas, el envío de correos electrónicos a tus clientes o posibles clientes, informándoles de todas tus novedades, se ha convertido en parte de nuestro día a día, tanto como consumidores como empresarios.
Dicen que hay dos tipos de usuarios de newsletters: los que saben usarlas y las que no. Si eres del segundo grupo, no te preocupes; hemos creado este post para ayudarte estar en el primero.
Empecemos por el principio:
¿Qué es una newsletter?
Una newsletter es una forma de comunicarte, por vía correo electrónico, con tu público para anunciarles tus ofertas y novedades.
Además, es una forma muy potente de que te tengan presente, de una forma periódica, que recuerden el nombre de tu marca y/o crear tráfico a tu página web.
¿Te han dado vela en este entierro?
No te conviertas en el típico vendedor de seguros que llama a tu puerta a la hora de la siesta y que va de que te conoce de toda la vida.
A demás de que es un delito, asegúrate de que la persona a la que vayas a mandarle una newsletter te ha dado su consentimiento y que ha conocido tu marca previamente.
Esto nos lleva al segundo punto:
Construye una base de datos
Poco a poco, consigue los mails de tus clientes. Hay muchas formas de hacerlo: puedes intercambiarlos por regalos, haciendo concursos en tus redes sociales, ofreciendo abiertamente la suscripción en un formulario de contacto en tu página web…
Ponte en contacto con tu equipo de social media o tu departamento de marketing online y ellos te asesorarán sobre cuál es la mejor opción.
Crea contenidos interesantes
Decía el célebre director de cine Billy Wilder que cuando escribía un guión para una película tenía diez mandamientos, nueve de los cuales eran “No aburras”. Lo mismo pasa con las newsletters; si no tienes nada que contar o lo que vas a contar es irrelevante no mandes nada, dedícate a tus quehaceres como, por ejemplo, mejorar tu producto o servicio para poder anunciarlo por correo electrónico.
Lo mucho cansa y lo poco gusta
El corolario del punto anterior es este: no te conviertas en el típico pesado que no tiene gracia para contar anécdotas pero que, jarra en mano en la barra del bar, no para de pegar la chapa con sus batallitas que solo a él importan.
Dosifícate. Por muchas cosas que tengas que contar no mandes newsletters cada dos por tres (seis, como diría Eugenio).
Segmenta tu base de datos con cabeza
No todo el mundo tiene la misma edad, ni el mismo sexo, ni los mismos intereses. En la medida de lo posible, intenta ordenar a tus contactos por rango de edades, sexo, intereses o de la mejor forma que tengas para que, cuando mandes una newsletter, llegue al 100% de interesados.
Este punto, es una forma muy eficaz de cumplir con el anterior.
¡Ya está bien por hoy!
Dejémoslo aquí. En el siguiente post te hablaremos de la herramienta Flandecoco de envío de newsletters. Uno de nuestros servicios bandera, desarrollado por nuestro equipo de diseño web.
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¡Hasta la próxima!